Madrid celebra, un año más, una de las citas que mejor definen su idiosincrasia y su forma de entender y disfrutar de la cultura: los
Veranos de la Villa. Echaron a andar en torno a 1985, siendo regidor municipal uno de nuestros Alcaldes más queridos, Enrique Tierno Galván. En aquella prodigiosa década, fue él quien dio luz verde a la primera edición de un festival que, ahora, forma ya parte indisoluble de la vida cultural y el patrimonio madrileños.
Como herederos de su historia y de la brillante singladura que ha atesorado en estos años, en 2010 trataremos de recuperar, más que nunca, el espíritu que lo impulsó. Y qué mejor manera de hacerlo que seguir siendo punto de encuentro y popular foro para concitar a una amplísima nómina de artistas, de las más variadas disciplinas, y a un Madrid ávido de conciertos e inolvidables veladas nocturnas.
Así, volveremos a sumirnos en la intensa fusión de géneros y espectáculos que siempre propicia el festival, con una programación al más alto nivel que, además, nos deparará algunas sorpresas. Este verano vete a Madrid es el lema elegido para reunir los más de 151 proyectos escénicos y 1.156 representaciones con los que paliar los rigores del cálido verano.
Por segundo año consecutivo, rock, pop, jazz, flamenco, folk, reggae, R&B, soul, raï o gospel subirán al Escenario Puerta del Ángel, mientras otro de los espacios al aire libre más apetecibles del festival, los majestuosos Jardines de Sabatini, envolverán la noche madrileña de zarzuela, flamenco o fados.
Tampoco debemos faltar a nuestra tradicional cita con la Orquesta West-Eastern Divan y el gran maestro Daniel Barenboim. Un año más, la plaza Mayor será sede de un concierto que, además de música, volverá a “sonar” a compromiso solidario y a tolerancia entre los pueblos.
Los Veranos en la calle inundarán nuevamente de arte algunos de los rincones donde reside el alma de esta ciudad. El ciclo supondrá un reencuentro con la música clásica, en la imponente plaza de Oriente, y con la sugerente world music, en el siempre evocador Templo de Debod. Este año, además, Veranos en la calle cuenta con una refrescante novedad, el Espacio Fringe. Será un escaparate para los grupos más jóvenes, que harán sus propuestas musicales en el Auditorio del Parque Enrique Tierno Galván.
También por segundo año consecutivo, volveremos a compartir programación con buena parte de los teatros de la ciudad. Gracias a la implicación mayoritaria del sector teatral privado, Madrid será una de las ciudades europeas con mayor oferta cultural durante el verano. Junto al ciclo de cine en la Bombilla, que se completará con la sugestiva propuesta de Open Air, Titirilandia, el festival infantil dedicado a los más atrevidos y entusiastas de nuestros espectadores: los niños, que tendrá sus espacios de referencia en el Teatro de Títeres de El Retiro o en la Casa Encendida.
Sin duda, éstos serán unos “veranos” muy especiales, a los que nadie puede dejar de acudir. Espero que el Madrid más inquieto sea fiel a la llamada de “su festival” y que, entre todos, convoquemos al espíritu con el que se acuñó una cita tan singular: este verano vete a Madrid.
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